Cuando aún resuena en nuestros
sentidos, el eco de las evocadoras palabras de un pregón emocionante, las
palmas se balancean ya en las orillas de
las calles y el sol, perezoso este Domingo de Ramos, brilla deslumbrante en lo
más profundo de cada cofrade ubetense.
Don José Carlos Sanjuán Monforte,
hijo bien nacido de nuestra querida ciudad de Úbeda, quiso ser agradecido desde
el comienzo de su pregón, por lo que transformó el tradicional saludo en un sentido
“gracias” a distintas instituciones, personas
y colectivos, dando así comienzo a un pregón especial para esta tertulia y del
que nos sentimos parte desde su inicio, gracias a la generosidad de nuestro
querido pregonero.
Tengo que reconocer que empezamos a
escucharle con un nudo en el corazón. Las palabras de Victoria y Carlos Sanjuán
Luque, ya nos habían dejado heridos de muerte emocional por su cercanía,
sinceridad, sentimiento… pero sobre todo por el profundo amor que desprendían
por su padre, su madre, y la familia que han formado. Sus gestos, miradas y
también sus silencios, conmovieron a un auditorio entregado que no respiraba
para no molestar. Ejemplar testimonio de fe en familia que nos regalaron estos
dos jóvenes de nuestro tiempo.
Fueron ellos también, sus hijos,
los encargados de presentar el estreno del Himno “Gracia”. Con letra de don
Santiago Muñoz de la Torre y música del maestro don Cristóbal López Gándara fue
interpretada por las excepcionales
Agrupación Coral Ubetense y Agrupación
Musical Ubetense, haciendo así realidad un sueño del pregonero de la Semana Mayor,
fundador y primer Hermano Mayor de la Cofradía Mariana del Lunes Santo.
Visiblemente emocionado, nuestro
hermano tertuliano comenzó a deleitarnos con un texto fruto de su profunda y
argumentada fe en Dios y en su Santa Madre, de sus vivencias familiares, de su
amor incondicional por Úbeda Ciudad de Semana Santa, de su perspectiva en la
distancia obligada por los avatares de la vida y la cercanía de quien se
mantiene fuertemente unido, por un cordón umbilical, a sus raíces más profundas.
Un pregón de “Miserere” al amanecer y “Virgen de Gracia” cuando el sol
ya se ha ido… Un pregón reivindicativo que nos llamó a querer y querernos como
somos, a cuidar y mantener lo que tenemos para darlo como nos ha sido
entregado, con una idiosincrasia especial y muy nuestra, y de nadie más.
Fue en definitiva un pregón que
cumplió sobradamente la misión de despertar nuestro más íntimo ser cofrade y
arrancó un profuso y merecido aplauso, mientras comenzaba a sonar la “Marcha
Real”.
¡Gracias, José Carlos! ¡Gracias hermano tertuliano, por tu ejemplo humano y cofrade, por tu generosidad para con nosotros, por hacernos partícipes!
Gracias, por tu pregón que ya forma
parte de la insigne historia del Gran Pregón de la Semana Santa de Úbeda, ese
en el que cada capítulo nace del corazón de un ubetense y toca el corazón de
otro que lo escucha, desde hace sesenta y cinco
años. ¡Enhorabuena!
Texto: María del Mar Latorre
Fotografías: Alberto Román
Fotografías: Alberto Román